Una decisión personal siempre principia con una duda o una inquietud, con un vacío o una ilusión. Sea como fuere, ese leve movimiento interno, es la energía que pone en funcionamiento todo un complejo proceso interior que se inicia levemente, casi de forma imperceptible, pero al tiempo de forma inexorable. La fuerza interior comienza a crecer, como una semilla que siente que su protector caparazón ya le es demasiado pequeño. La acción externa de la persona ya se dirige hacia la materialización de ese cambio. La cáscara comienza a agrietarse. El fluir es continuo. Pero ¿qué ocurre si no se permite crecer a la semilla que pugna por vivir? La persona ha de utilizar una cantidad inmensa de energía en negar el crecimiento natural de la decisión o del cambio. Deviene, entonces, una lucha interna increíblemente penosa y fatigosa. Aparecen las negaciones, las racionalizaciones, las proyecciones, las defensas. Pero la semilla sigue creciendo. Aumenta su tamaño y comienza a enquistarse en su propia cáscara. ¿Quién vencerá, la fuerza vital de la semilla o la fuerza castradora del individuo lleno de miedos? En cualquier caso el sufrimiento es inevitable. Por eso tantos individuos prefieren ser o hacerse los ciegos. Se niegan a ver lo que en su interior pugna por crecer. En ocasiones se puede paralizar su crecimiento, pero en otros casos estalla irremisiblemente, invadiendo el espacio real de la persona. De su reacción dependerá el desenlace del proceso. Es inevitable asumir las necesidades de cambio, pero es tan fácil que la explosión de la nueva necesidad vital se puede atribuir a la propia y desbocada imaginación, a una locura pasajera, o a una influencia negativa...

Cuando una semilla pugna por vivir las alternativas posibles son sencillas. O crecer sana, o morir, o desarrollarse atrofiada, o esperar a mejores momentos.

¿Cuál es hoy tu decisión para esa semilla que pugna por crecer en tu interior y dar un fruto propio de ti mismo?


Copyright Jesús Arcas (2002). Permitida la reproducción por cualquier medio indicando la fuente original.